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CANDIDATOS, POLÍTICA 2.0, JÓVENES Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

Las elecciones a la presidencia de este 2014 han sido atípicas. No han aparecido todos los candidatos en debates públicos, las campañas han tenido muy poca profundidad y claridad en la forma en que se harán realidad las propuestas y no ha habido nada novedoso. Se ha dado un enfrentamiento con temas de financiación y corrupción entre dos candidatos que antes fueron aliados.

El escándalo ha opacado las propuestas y la falta de debates en las que los ciudadanos tengan la oportunidad de conocerlas y ver las posturas políticas e ideológicas de los candidatos ha hecho que muchos ciudadanos sientan hastío por la política y por sus representantes.

Este año hemos retrocedido en cuanto a la importancia del voto como forma de decidir el futuro del país y eso lo demuestran las elecciones al Congreso con un abstencionismo de más de la mitad.

El voto en blanco se ha fortalecido como una opción con más fuerza que en años anteriores, un experimento del descontento social que busca que algo cambie, sin necesariamente saber cómo podrían darse a futuro esos cambios.

Desde Ocasa decidimos revisar juiciosamente las propuestas de gobierno de los candidatos y nos llamó la atención que aunque más de 12 millones de colombianos son jóvenes, no se toman muy en cuenta a la hora de adquirir compromisos programáticos, pero sí cuando se trata de tener voluntarios.
Todas las páginas de los candidatos dan opciones para dejar aportes, comentarios. Todos utilizan las redes sociales para enviar sus mensajes de campaña, pero, ¿realmente en Colombia se está haciendo política 2.0?

Algunas candidaturas a través de su web instan al ciudadano a proponer programas para incluirlos en el plan de desarrollo y gobierno. En las páginas de Facebook, excepto en la de Zuluaga y en la de Santos las personas pueden publicar directamente en el muro sus comentarios e inquietudes y a través de Twitter con sólo tener el nickname se puede tener comunicación “técnicamente con ellos”.

Decidimos hacer una prueba muy corta y era escribir en los muros de cada uno una pregunta, esperando respuesta, así lo hicimos.

También hicimos las preguntas a través de Twitter:

Buscamos un correo de alguien que pudiera responder por la campaña a esta inquietud y encontramos el formulario de contáctenos. En el caso de Peñalosa escribimos al encargado de la campaña en Bogotá, pero no obtuvimos respuesta.
Pero solo recibimos una respuesta de un simpatizante de la campaña de Zuluaga.

Así que resolvimos revisar las propuestas que los candidatos cuelgan en la web y discriminamos las propuestas por temas de jóvenes y lucha contra la corrupción.

El 19 de mayo volvimos a revisar las propuestas programáticas de Clara López y ya no aparecieron en la web los textos, sino solo infografías. El mismo día revisamos la página de Zuluaga y las propuestas escritas cambiaron de estar en html (se podían copiar y pegar y leer más fácilmente) a estar en pdf. Todo esto para analizarlo desde la óptica de la nueva ley de transparencia y acceso a la información, que promueve la transparencia activa, la usabilidad de los datos y el lenguaje claro al ciudadano.

En conclusión los temas clave para los candidatos con relación a los jóvenes son: educación, recreación y emprendimiento. Los temas relacionados con la lucha contra la corrupción son: castigos, valores y sistemas unificados.

Existe mayor claridad sobre cómo lograr el desarrollo en los jóvenes, que sobre cómo combatir y enfrentar la corrupción para y salir adelante con el programa de gobierno.

En todas las campañas se invita a los jóvenes a compartir contenidos en redes, a ser voluntarios en la campaña y testigos electorales, pero no dejan claridad sobre cómo se asume un compromiso con las generaciones futuras y un compromiso que responda a la confianza de los jóvenes que voluntariamente han donado su tiempo y energía.

Desde Ocasa invitamos a los jóvenes a que se informen sobre el programa de gobierno de los candidatos, que les exijan información y compromisos con el país y que en sus acciones y no sólo en su discurso prime el bien general sobre el particular para que quede poco espacio para la corrupción. También los invitamos a que estén muy atentos durante el mandato para hacer seguimiento a sus promesas convertidas o no en hecho, a través de la movilización y el debate en redes, procesos activos de petición y rendición de cuentas y ejercicios concretos de control social juvenil. ¡Ese debe ser nuestro compromiso!

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