Estuvimos el viernes en la celebración del acuerdo del punto 3 de la agenda sobre el cese al fuego y la terminación del conflicto armado. Recibimos el llamado por parte de varias organizaciones y jóvenes que querían reunirse, escuchar y mostrar que hay ciudadanos y ciudadanas pendientes de lo que suceda con este proceso.

Estuvimos allí y quisimos escuchar como lo hemos hecho en ocasiones anteriores, los comunicados para poder conocer y entender qué se está pactando en esos acuerdos, qué no es claro y no se entiende bien, cómo reaccionan personas que no hacen parte de nuestros conocidos para compartir puntos de vista.

Esa búsqueda nos llevó antes a involucrarnos con la apuesta de Común Acuerdo y con eventos para pensar la refrendación e implementación de los acuerdos y también la arquitectura institucional en temas de participación, siempre viendo la complejidad de todo esto, escuchando las críticas, sintiendo mucha emoción y ganas de aportar y ayudar a comprender a otros lo que hemos podido ir construyendo.

Muchas personas en Colombia no creen en el proceso, sobretodo no creen que se cumpla, porque muchas cosas que se han prometido desde las instituciones y el Estado en este país llevan años sin cumplirse. La corrupción y las mafias que permean las instituciones nacionales y regionales se convierten en el verdadero obstáculo para creer, en cualquier circunstancia, que un país mejor es posible.

Por eso reafirmamos en nuestro compromiso de compartir información que hemos revisado y analizado, respetar la libre decisión de las personas a refrendar o no este proceso y a fortalecer la participación para que la ciudadanía pueda “hacer parte” de las decisiones que se están tomando y las que están por tomarse en sus territorios.